Asunto crítico: Devastadora la crisis hídrica en Tampico, Altamira y Madero
Altamira, Tamaulipas.- El impacto es devastador y cada día que pasa se pone peor, afirma el coordinador de la Mesa de Seguridad para el Agua, Luis Apperti Llovet.
Una vista escénica con dron permite comprender la gravedad de la situación. La Laguna de Chairel, en menos de 3 años, prácticamente se seco. En otros cuerpos de agua del sistema lagunario se empieza a correr la misma suerte.
Las consecuencias son múltiples: la laguna de Chairel forma parte del sistema que abastece de agua potable a los municipios de Altamira, Madero y Tampico, además de que es una fuente esencial para la pesca de varias comunidades, más su relevancia en el equilibrio ambiental, en la fauna y la flora.
“La sequía y el saqueo de agua han originado que, por primera vez en la historia, se corra un riesgo inminente de que la Zona Conurbada de Tampico/ Madero/ Altamira se queden para todos los sectores usuarios, incluídos 800 mil habitantes”, anunció ayer domingo 19 de mayo el Secretario de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social del Gobierno de Tamaulipas, Raúl Quiróga Álvarez.
La Laguna de Chairel es quizá el ejemplo más devastador de lo que sucede. Hace todavía 3 años lucía esplendorosa para la práctica de deportes acuáticos, a pesar de que los signos de alerta vienen desde hace años por los riesgos de contaminación, salinización y la sequía que ha llegado con toda su intensidad con los primeros signos, desde el año pasado. La ausencia de inversiones, de gran calado, es clara.
Tancol es una comunidad de pescadores por donde ahora pasa una carretera de cuota que, como un libramiento, conecta Altamira con Ciudad Valles. Ahí se encuentra la Casa de la Naturaleza.
El director de ese espacio dedicado al fomento turístico de la zona lagunaria , José Luis León Hurtado, ha declarado a medios periodísticos que “las condiciones en las lagunas es sumamente delicada y, en otras, sin agua suficiente para soportar la fauna, lo que implica ya una condición grave, pues muchas especies pueden desaparecer”.
Los peces están en peligro porque buscan agua y ya se empezaron a detectar algunas de esas especies muertas entre el lodo.
En la zona se tienen catalogadas alrededor de 40 tipos de peces, entre otros, tilapia, lobina, bagre, carpa, las cuales son vendidas para consumo humano.
En Tancol pudo observarse a lancheros que aún llevan jaiba y pescados.
Pero “cada vez es más difícil encontrarlos y hay que acercarse más al río Tamesí”, indica un pescador. Lo grave es que se vayan a afectar los ciclos de reproducción, anota otro pescador.
Particularmente en Tancol existe un muelle a donde llegaban las lanchas se secó, al igual que varios canales que los conectaban con las lagunas.
Hoy se miran atascadas las lanchas entre el lodo.
La crisis más grave está en rlesgo para consumo humano.
Este lunes 20 de mayo, la Secretaría de Recursos Hidráulicos del Gobierno del Estado anunció diversas medidas para hacer frente a la situación.
Ya 34 empresas industriales de alto nivel por su relevancia económica estaban recibiendo 50 por ciento de su dotació de agua y muchas han expresado que se estarían por decidir paros técnicos.
Lo mismo ocurre con el sector restaurantero en que se está ponderando parar la actividad por la falta de agua dada la incidencia que puede tener no sólo en su operación diaria sino en la salud e higiene de los clientes.
El agua en garrafones y botellas empieza a escasear y su precio se ha ido incrementado en las últimas semanas. La venta de tinacos, también ha aumentado.
Hoy inició la distribución de agua potable en pipas.
Las protestas sociales empezaron a surgir en medio de un calor estrepitoso.
Hoy, el Gobierno del Estado dio a conocer varias accioens emergentes, una de ellas para impedir el saqueo de agua, conocido coloaquialmente como aguachicol: se cancelarán todas las concesiones de agua en los ríos Tamesí y Guayalejo -muchas de las cuales son usadas para la producción agrícola, según anuncio del gobernador Américo Villarreal hecho esta mañana.
Guardias Nacionales y otras corporaciones de seguridad empezaron a hacer recorridos para detectar zonas donde se presume la operación del llamado “aguachicoleo”, que en realidad es robo de agua.
Pero dentro de las acciones emergentes más importantes -impulsadas desde el sector privado- son el bombeo directo -a través de grandes mangueras- de agua del sistema lagunario hacia las dos bocatomas (Chairel y La Puerta) que se usan para el abasto de la zona conurbada. Otras acciones de bombeo también se aplican.
Y una de las más relevantes es llevar agua desde la zona de Ciudad Mante, distante a más de 120 kilímetros en línea recta, a través del sitema de cuenca que involucra a los ríos Mante y Guayalejo, durante los próximos 30 días, con la esperanza de que amaine el calor y vengan las lluvias. “Esto es sólo un paliativo, no resuelve la crisis”, advirtió la Secretaría de Recursos Hidráulicos del Gobierno del Estado.
El sistema lagunario tiene como dos fuentes principales los ríos Tamesí y Guayalejo, este último que se alimenta de los escurrimientos de la Sierra Madre Oriental a la altura de la denominada Reserva de la Biosfera de El Cielo.
Instalaciones deportivas con alto consumo de agua, lavaderos de automóviles, albercas públicas, en otras, deberán suspender actividades.
Pero el llamado urgente es también a la población: “por el comportamiento inédito del fenómeno conocido como estrés hídrico, con muy alto gradiente de evaporación sería arriesgado e irresponsable determinar cuando tendremos agua, por lo que nos vemos obligados a administrarla escrupulosamente”.
La situación de la zona conurbada no pinta bien, como tampoco para Ciudad Victoria, que vive una de las sequías más severas de su historia y una presa Vicente Guerrero con cada vez menos agua -apenas alrededor de 8 por ciento de su capacidad total- y que es la principal fuente de abasto para la capital del estado.
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